La estrategia en redes sociales: el ingrediente que casi nadie aplica

Publicar no es comunicar, y estar no significa impactar en redes sociales

Las marcas creen que es solo contar su historia, pero detrás de cada publicación hay una estructura, una línea y un porqué. 

Estar presente en redes sociales no es difícil. Lo difícil es hacerlo bien. Tener claro en qué red estar, qué decir, cómo decirlo y de qué manera construir una imagen reconocible que se mantenga en el tiempo. Todo eso, sin sonar repetitivo ni perder naturalidad. Porque si fuera tan simple como subir una imagen bonita o escribir un texto con gancho, todas las marcas destacarían. Pero no lo hacen. 

Muchas empresas empiezan con energía. Abren perfiles, suben fotos, alguna frase inspiradora, un vídeo siguiendo una tendencia. Y durante un tiempo, parece que funciona. Pero con los días, el alcance cae, los likes bajan, la cuenta se apaga. Entonces llega la pregunta: “¿Por qué, si estamos publicando, esto no está funcionando?”

La respuesta, en la mayoría de los casos, es sencilla: falta estrategia. Y eso, en redes, se nota.

Una gestión profesional de redes sociales empieza mucho antes de la primera publicación. Hay que tener claros los objetivos, conocer a quién te diriges, escoger las plataformas adecuadas y construir una identidad coherente, tanto en lo visual como en lo verbal. Sin esa base, el perfil puede tener actividad, pero difícilmente tendrá resultados.

No todas las marcas quieren lo mismo. Algunas buscan ganar visibilidad, otras generar tráfico web, fidelizar a su comunidad, vender más o simplemente posicionarse mejor. Cada objetivo necesita su propio enfoque. No se comunica igual cuando se quiere vender que cuando se quiere inspirar o conectar. Y ahí es donde empieza a trazarse una estrategia de verdad.

Después llega la elección de las plataformas sociales. No todas sirven para lo mismo. Instagram, por ejemplo, funciona muy bien en sectores visuales como la gastronomía, la moda o la decoración. Pero no basta con que la foto sea bonita. Hoy, el algoritmo favorece el vídeo corto, la interacción real y la constancia. TikTok, por su parte, exige otro lenguaje. Rapidez, espontaneidad y creatividad son clave para que un contenido funcione. No todas las marcas encajan, pero si lo hacen bien, el alcance puede ser enorme. Facebook sigue funcionando para públicos de entre 30 y 50 años, y es muy útil para promocionar eventos, gestionar atención al cliente o crear comunidad. Y LinkedIn, aunque muchos lo asocian a entornos corporativos, es una plataforma valiosa para contar la visión de empresa, atraer talento o conectar con profesionales del sector.

Una vez elegido el canal, toca cuidar lo más importante: la imagen de marca que proyectas. Y no, no nos referimos solo a subir cosas “con buen gusto”. Hablamos de construir una identidad visual clara, reconocible, constante. Para eso, necesitas una paleta de colores definida, unas tipografías seleccionadas, un uso coherente del logotipo y sus versiones adaptadas a los distintos formatos. No hay nada peor que una marca inconsistente. El usuario no sabe a qué atenerse. Y cuando no hay coherencia, no hay confianza.

Todo esto forma parte del manual de identidad visual. Es ese documento que permite que todo lo que haces tenga unidad: desde el fondo de una story hasta la plantilla de un reel. Que se entienda quién eres antes de que el usuario lea una palabra. Porque sí, en redes muchas veces solo hay unos segundos para captar la atención. Y ahí, una identidad bien trabajada marca la diferencia.

Con esta base sólida, ya podemos hablar del plan de contenidos. Aquí es donde entran los pilares temáticos. Son los bloques sobre los que gira todo lo que publicas: tu producto o servicio, cómo lo haces, quién está detrás, tus valores, lo que opinan tus clientes, lo que te inspira, lo que puedes enseñar. Cada bloque cumple una función. Combinarlos bien es lo que da equilibrio al calendario editorial. Porque no todo puede ser venta. Tampoco todo puede ser inspiración. La clave está en construir un relato de marca variado, interesante y coherente.

Ese calendario de contenidos no se improvisa. Se diseña con tiempo, se elige qué días publicar, en qué red, con qué formato y con qué objetivo. No se trata de subir lo que se te ocurra esa mañana, sino de seguir un plan estratégico que tenga sentido. El algoritmo lo agradece, y sobre todo, lo agradece tu audiencia.

Y aquí viene lo más creativo —y también lo más técnico—: crear contenido. Tener ideas no es suficiente. Hay que saber transformarlas. Que el texto suene a tu marca, que el diseño respete tu estilo, que el formato se adapte a la red social y al mensaje. Una story, un carrusel, un vídeo o un simple copy no funcionan igual. Y no se improvisan, ya que cada pieza de contenido debe sumar y cada publicación debe tener una razón.

Después de publicar, todavía queda una parte clave: medir resultados. Saber qué ha funcionado, qué ha pasado desapercibido, qué ha generado conversación o clics. Porque publicar sin analizar es como hablar sin escuchar. Solo así se mejora. Y solo así se crece.

Mientras tanto, se sigue trabajando: responder mensajes, escuchar a la comunidad, adaptarse a nuevas tendencias, ajustar la estrategia, lanzar campañas de pago si hace falta y, por supuesto, actuar con criterio si hay una crisis digital o una mención incómoda. Porque sí, cuando pasa algo en redes, hay que saber cómo responder. Y eso no lo soluciona un emoji.

Por eso, cuando alguien dice “yo me llevo las redes”, hay que preguntarse si realmente tiene el tiempo, la estructura y el conocimiento para hacerlo bien. La comunicación digital no es improvisar. Es pensar, planificar, crear, medir, corregir y volver a empezar.

En La Lógica de Lewis ayudamos a marcas a construir su presencia digital. No gestionamos perfiles. Construimos discurso, diseñamos estrategias, creamos contenido con intención y hacemos que todo eso se traduzca en valor real para tu negocio.

Si ya estás en redes, pero no ves resultados, o si estás a punto de empezar y no quieres hacerlo a ciegas, contacta con nosotros.

📞 645 76 26 00 · 📩 info@lalogicadelewis.com

Porque en redes sociales no gana quien más publica. Gana quien mejor comunica. Y para eso, estamos nosotros.